serpientes
Las serpientes se caracterizan por la
ausencia de extremidades y cuerpo alargado. Algunas poseen mordeduras
venenosas, como las cobras y las víboras, que utilizan para matar a sus presas
antes de ingerirlas. Otras serpientes, como las boas y pitones, matan a sus
presas por constricción.
Se reconocen más de 450 géneros y de 3460
especies. Se cree que las serpientes derivan de algún tipo de lagarto, pero los
detalles concretos de su origen no están claros.
Boas y pitones
Las familias de los bóidos y de los
pitónidos reúnen las especies más primitivas de serpientes, como lo prueba el
hecho de que todavía conserven rudimentos de patas posteriores. Carecen de
veneno y matan a sus presas por constricción, enrollándose a su alrededor hasta
que se asfixian. Incluyen las serpientes actuales más voluminosas, como la
anaconda y la pitón reticulada. Las pitones miden normalmente entre 1 y 6 m.
Culebras
La
mayoría de las serpientes vivientes pertenecen a la familia de los colúbridos,
que comprende muchas especies inofensivas y de mediano tamaño.
(Thamnophis
sirtalis)
Cobras, Mambas y Corales
La familia de los elápidos incluye las cobras, las serpientes de coral,
las mambas y las serpientes marinas todas ellas extremadamente venenosas y
potencialmente mortales para el hombre; los colmillos son pequeños y están
situados en la parte delantera de la boca (proglifos); su veneno tiene una
acción principalmente neurotóxica.
Los elápidos terrestres son similares a
los colúbridos; casi todos tienen cuerpos largos y finos, cabezas cubiertas por
grandes escamas y no siempre diferenciadas del cuello, y ojos con pupilas
redondas. Además, su comportamiento es, por lo general, bastante activo, y
muchas especies son ovíparas.
Las mambas (Dendroaspis) son arborícolas
y son muy ágiles y rápidas.
(Dendroaspis
angusticeps)
Las serpientes de coral poseen
sus vivos colores de advertencia ya que son muy venenosas (aposematismo), entre
los que predominan amarillo, rojo y negro; no son muy peligrosas para el hombre
ya que son de pequeño tamaño y abren poco la boca, lo que hace difícil que
puedan morder.
(Micrurus
altirostris)
Las cobras (Naja y Ophiophagus)
son muy conocidas por su aspecto amenazante y su mordedura; habitan en zonas
tropicales y desérticas del sur de Asia y África; despliegan una especie de
"capucha" en la zona de la cabeza y el cuello cuando están irritadas
o en peligro, gracias a las largas costillas cervicales; es un gesto de
advertencia ante un posible enemigo.
(Naja
pallida)
Víboras y crótalos
La familia de los vipéridos
comprende las víboras del Viejo Mundo y los crótalos, principalmente
americanos; todas ellas son muy venenosas y con dos colmillos solenoglifos
provistos de un canal que actúan como agujas hipodérmicas cuando muerden para
inyectar veneno. El veneno tiene una acción principalmente hemolítica. Los
colmillos son muy largos y se pliegan contra el paladar cuando la boca está
cerrada desplegándose rápidamente cuando la serpiente se dispone a atacar a la
presa. La cabeza es triangular y ancha, y los ojos tienen la pupila vertical.
La mayoría retienen los huevos que contienen a las crías en el interior del cuerpo
alumbrando a las crias tras la eclosión de los huevos desde el interior del
cuerpo, es decir, son ovovivíparas.
Entre sus especies destacan las víboras europeas (Vipera), los animales
más venenosos del continente, las víboras cornudas africanas (Cerastes), el
áspid, las víboras del Gabón (Bitis, con los colmillos más largos de todas las
serpientes), las serpientes de cascabel americanas (Crotalus, Lachesis).
(Crotalus basiliscus)
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